Mi vieja linda

Falleció la mujer que mas me ha inspirado. La que mas me ha apoyado.
Mi tío dijo unas bellas palabras sobre como ella amó sin hacer distinciones. Amó a todos, ricos, pobres, humildes o ambiciosos. Me amó con mis decisiones poco convencionales, con todos mis defectos.

Me dijo que el amor dolía pero no mataba. Que valía la pena en si mismo.

Amó a mi hombre, lo acogió como un hijo, un nieto más. Mentira, lo acogió como a un nieto regalón. Le entregó su confianza y se entregó a su protección.

Amó a mi hija sin llegar a conocerla. Rezó por mi niñita antes de morir. Me llamó esa mañana preocupada de que fuera a tener miedo por ser madre primeriza, me llamó para darme confianza.

Me enseñó el valor del trabajo. De todos los trabajos. Me enseñó a no menospreciar a nadie por su situacion u ocupación.

Me ayudó a poner la vida en perspectiva cada vez que la sociedad amenazaba con comerme con todo y zapatos. Cada vez que me enfrentaba al hecho de no encajar socialmente, de no poder ni saber cumplir ninguna expectativa.

Me dijo: " Si quiere estudiar, estudie; si quiere trabajar, trabaje; si quiere criar media docena de chiquillos, críelos. Lo que haga lo va a hacer bien. Usted puede".

Fue, es y será siempre la mas grande de las chiquititas.
No se fue a ninguna parte. Vive en cada particula de polvo de su terruño sembrado por sus propia mano. Vive en mi forma de hablar y de cocinar, en mi forma de pensar. Vive en tantas cosas, personas y conductas, que es imposible no verlo.

Falleció mi vieja linda, con la pena de no haber conocido a mi hija. Pero mi hija la va a conocer. No solo su imagen, sus fotos.

Awela, mi hija te conoce, conoce tu voz y conoce el amor y la paz que sentí yo cada vez q conversé contigo.

Conocerá tus enseñanzas, sabrá de tu fortaleza amorosa, nunca dura. Sabrá de tu trabajo y tu alegría, de tus dolores y tu resiliencia. Le enseñaré a querer sin hacer diferencias, a querer a manos llenas; y que el amor puede doler pero nunca matar. Que el dolor es parte de la vida y el fracaso no es el final de nada. Que el amor no correspondido-comprendido es una perdida del valioso recurso que es uno mismo, pero que a veces es una perdida que uno puede permitirse.

Le enseñaré que puede hacer lo que quiera hacer y lo hará bien. Que puede equivocarse, que puede caerse, y que siempre puede volver a empezar.

Por ti soy lo que soy. Por ti es que nada ni nadie me ha derrotado. Por ti es que tengo la cabeza llena de sueños y nunca estoy demasiado cansada para emprender un nuevo viaje. Por ti soy fuerte pero no dura. Por ti no tengo miedo al dolor. Por ti aprendi a querer a manos llenas, y también a no desperdiciar mi amor. Por ti soy agradecida. Sobretodo soy y estoy agradecida, por ti.

Fuiste un gran pilar en mi vida mientras me enseñabas a ser el pilar de mi vida.

Gracias por todo. Y ahora a perpetuar el legado.